La Comisión Europea subraya la conveniencia de innovar en aquello que se produce en vez de buscar precios bajos.
Hacer aquello que nadie más sepa hacer. Esa será la clave del éxito futuro, según explica el comisario europeo de Comercio, Karel De Gutch. El político belga sugiere a los países europeos -y en especial a los del sur- ganar competitividad a base de incorporar valor añadido a los bienes que producen, en vez de basar su músculo exportador en precios bajos.
De Gutch subraya que «hay que ser el mejor» en aquello que se quiere vender. Y añade que los futuros fondos europeos estarán vinculados a la «investigación y búsqueda de nuevos productos» que incorporen ese valor añadido.
Otras fuentes europeas explican que hay países con «un problema de competitividad que empieza en casa» por la escasa formación de sus empleados y alertan del peligro de adoptar una estrategia basada en recortar costes laborales. «Si quieres una competitividad sostenida debes abandonar la estrategia centrada en costes laborales y centrarte en el tipo de productos que vendes». De lo contrario, será imposible resistir la competencia de adversarios como China, señalan. Los europeos se juegan ahí su propio modelo social, pues competir a base de producir muy barato suele abocar a un sistema de salarios bajos y artículos de poca calidad, que termina empobreciendo al conjunto de la economía.
De Gutch cita como ejemplo a Portugal, que exporta productos textiles y cerámica. «Allí el coste laboral ha disminuido, ahora es muy bajo y no creo que esa sea la solución a largo plazo». El comisario cree que el problema luso radica en «la clase de artículos que produce, cuyo valor añadido no es muy elevado». «Deben buscar el valor añadido o tendrán siempre un problema con los sueldos». «Alto valor lleva a salarios altos», explica.
En España, De Gutch ve una mejor situación. Cree que su aumento de las exportaciones obedece a que tiene «una columna vertebral industrial» y «un número de sectores que ya lo están haciendo bien».
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